Por las hendiduras de un árbol centenario se movían algunos lagartos muy grandes. Se entendían muy bien entre sí porque todos hablaban el lenguaje de su especie. ¡Qué jaleo y qué ruido hay en el cerro de los faunos! -exclamó un lagarto-. Hace ya dos noches que no consigo pegar ojo. Como si hubiese tenido dolor de muelas, porque cuando lo tengo tampoco puedo dormir. -Sin duda, pasa algo -dijo otro-. Dejan que el cerro se ventile hasta que canta el gallo y las señoritas fauno...
miércoles, 15 de abril de 2020
Ha pasado mucho tiempo y han ocurrido muchas cosas desde la última vez que entré aquí. Ayer, un compañero de clase, involuntariamente, me hizo recordar este blog. Sí, Dani, eres tú. Compañero de clase y oponente dialéctico. Jajaaaaa. ¡Cómo suena eso! Te invito a que entres y leas cuentos de acá y de allá. Detrás de cada fotografía, detrás de cada dibujo, hay algún cuento. Quizás te sirvan para pasar esta cuarentena. O para entretener a tu hijo contándole historias, si es que las soporta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
https://www.edicionesoblivium.com/producto/3275/
-
Había en la ciudad de El Cairo, (El Cairo, como sabéis es una ciudad situada al norte de África, en un país llamado Egipto famoso po...
-
La niña y el cóndor Había una vez una niña, que como solía hacer desde hace mucho tiempo, una mañana se fue a pastar sus ovejas al campo...
-
Los alumnos y alumnas de 6º del Marqués de Valdecilla se preparan para una nueva etapa en el instituto. Para ellos y ellas este vídeo que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario